Chef Mari Blanca
Mi trayectoria
Yo no soy ni muy metódica, ni muy realista, más bien diría que mi caminar cotidiano y gastronómico iría de la mano de Alicia, ese mundo mágico y maravilloso de la creatividad. Porque soy, me siento, esa niña que sueña la paz en dulce.
Inventiva para mezclar productos, evolucionar una cocina casera de la receta establecida sin perder nuestros orígenes, eso es lo que hago y lo que me gusta hacer.
Cocinar me emociona, es una explosión de alegría, de felicidad y sé que lo mismo les ocurrirá a nuestros comensales cuando prueben la degustación de mis platos. Esa emoción es como una melodía perfecta, sin vacíos, un ritmo de 4x4 que todos ejecutamos al mismo tiempo, un tiempo de compás y de realización.
De la idea al plato, del plato a la mesa, y luego es el comensal, el que pone el gesto cuando lo saborea y la exclamación de felicidad por lo que ha degustado y no hay más. Mi esencia es familiar, un gobierno ingobernable, me siento una alquimista de la cocina tradicional, porque busco la esencia de los productos y la transformación en un sinfín de sabores.
Hacia los 9 años comencé a jugar con masas de galletas, panes, bizcochos, guisos, salsa… era mi mundo de fantasía, mágico, único. Mi papá, mi mamá, mi tata, formaron parte de esa complicidad, fueron la raíz de mis principios e intervinieron en la que ahora soy a través de la experiencia y el trabajo.
Después pasó el tiempo y llegó la madurez, los sabores, las sensaciones, los viajes a otras culturas, las transformaciones del producto al natural, lo tradicional, lo clásico… Y es ahí donde intervino mi yo, mi personalidad, mi estilo, mi manera de hacer las cosas en la cocina. Sentirme libre, recrear una receta de antaño, renovarla, convertirla en un nuevo plato y experimentar sabiendo que el comensal lo va a disfrutar en extremo.
Genéticamente me considero honesta, porque creo que sin este principio, mi vida, mi cocina, no funcionarían bien, no saldría nada bueno, no podría crear platos atractivos, sabrosos, exquisitos, no podría creer en lo que hago y mis clientes lo percibirían. Por el contrario, creo en mi misma y si mis comensales creen en mi, es precisamente porque pongo en ello mis cinco sentidos.
En mi libreta de apuntes, que siempre llevo conmigo, anoto colores, formas, sabores, nuevos productos que voy descubriendo… dibujo líneas donde colocar los nuevos alimentos, la presentación que es la primera impresión que le llevamos al comensal, busco la forma de seducirlo, enamorarlo, le quiero incitar para que pruebe mis creaciones, y sé que después llegarán las texturas, los sabores primarios, esos que siempre recordamos, los conocidos que darán forma a los desconocidos, los ocultos, y hasta los sonidos de notas armonizadas que recrearán nuestro interior en el paladar de nuestro primer bocado.
Así es mi cocina, así soy yo, así quiero seguir. Siendo soñadora para crear. Libre para hacer una mejor cocina. Sentirme invisible en lo visible del buen hacer, del sabor exquisito donde se centra el arte del buen gusto y la buena cocina. Y así, ante todo, seguiré siendo cocinera: nada más y nada menos.
Chef Mari es la única Cortadora de Jamón Certificada en Puerto Rico. El Corte de Jamón es una técnica cuidada asentada en el conocimiento del producto, de su morfología y de sus orígenes.